De toma pan y moja; así se podría calificar el último evento de Tapas & Blogs, que se celebró anoche con la nutrida asistencia habitual, compuesta por la acostumbrada panda de entusiastas de la gastronomía y las redes sociales (siempre es un placer que nos incluyan entre ellos, porque a nosotros nos gustan las dos cosas). Pero es que en esta ocasión, uno de los protagonistas de la noche fue algo tan español, tan afortunadamente nuestro, como el aceite de oliva, que, de un modo u otro, estuvo presente durante la mayor parte de la velada.
Y el responsable de ello fue la casa jienense Castillo de Canena, dedicada desde hace (¡muchas!) generaciones a la elaboración de aceite de oliva virgen de calidad excelsa. La velada, celebrada esta vez en el restaurante El Almirez de Madrid, especializado en una magnífica oferta de cocina vasco-navarra, se inició con una cata de aceites de la firma: su serie especial Primer Día de Cosecha, una serie limitada para la que cada año se diseña una nueva etiqueta y se busca el padrinazgo de una figura representativa del mundo de la cultura: Sara Navarro, Enrique Ponce, Ainhoa Arteta… El representante de este año ha sido Pau Gasol, y el aceite, perdón por el juego de palabras, ha estado a la altura. Probamos las variedades Arbequina y Picual, y una tercera, el Royal Temprano, elaborada sobre una variedad autóctona de la sierra de Cazorla de la que sólo quedan 1.200 hectáreas en el mundo.
El salmorejo, enriquecido con aceite virgen de arbequina
Por supuesto, para probar aquella paleta de colores, olores y sabores no podía utilizarse cualquier pan, y por ello contamos con la aportación de Triticumdeluxe, la firma especializada en pan natural de lujo de Xevi Ramon. De paso, recibimos algo de información sobre los procesos de cata de aceite, y es que entre una y otra cata conviene limpiarse las papilas gustativas con agua, manzana o champán. Y champán hubo, gracias a la casa Lallier, que puso a nuestra disposición su Grande Reserve y su Rosé para acompañar la degustación y la primera parte de la cena. Siguió el Rioja Señorío de Villarica reserva 2007, no sólo apreciado por la calidad del vino –sobresaliente, sin lugar a dudas- sino por el sentimiento de solidaridad hacia una bodega que se recupera con tesón y talento del incendio sufrido en sus instalaciones el pasado año.
Entre plato y plato, siempre hay tiempo para cambiar impresiones y tuits
En cuanto a la cena, el restaurante El Almirez se esmeró por ofrecer una cuidada selección de lo más representativo de sus fogones, en un menú degustación elaborado por el chef José de la Cruz donde los aceites siguieron presentes: el Arbequino Primer Día de Cosecha en el salmorejo con ventresca, el Picual Primer Día de Cosecha en el verdel en vinagre y lomito de sardina ahumada, y el Royal Primer Día de Cosecha en la alcachofa confitada y frita.
Sardina y verdel sobre un lecho de picual
Los segundos consistieron en rape ondarroa con langostinos y cazón en pepitoria. Y, para rematar, frutos rojos con salsa de chocolate blanco y helado de vainilla, antes de un gin-tonic digno de recordarse, cortesía de la firma Ish, que elabora la más pura ginebra inglesa con bayas de enebro de los balcanes en vez de las tradicionales italianas (por cierto, nos enteramos de que la fiebre del gin-tonic va en serio por aquí, ya que al parecer España es el mayor consumidor de ginebra del mundo).
Como de costumbre, una noche de lo más completa, donde además uno de los principales temas de conversación fue la nueva oleada de estrellas Michelín (¡enhorabuena, Josean!) de la que nos fuimos informando entre plato y plato. ¡No nos pensamos perder la siguiente!.
Aquí os dejamos un vídeo con un pequeño resumen del evento:
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